A un alto voltaje que sobrevino después de uno de los recurrentes apagones, atribuye José Carlos Herazo Cuesta el incendio de su vivienda registrado al mediodía de ayer sábado.

La lamentable situación se presentó en la calle 36, número 12-57, barrio Bonanza de Soledad.

Herazo Cuesta manifestó que, como de costumbre, el sábado salió a trabajar junto con su esposa, quedando el inmueble bajo candado.

Fue entonces cuando varios vecinos se comunicaron con ellos para advertirles que desde su casa estaba saliendo humo, notando, además, desde afuera, que la nevera estaba envuelta en llamas.

Así, no vacilaron en regresar a la vivienda pero en el entretanto los vecinos, al notar que el humo y las llamas iban en aumento, procedieron a violentar la puerta para ingresar e intentar sofocar el fuego.

“Con arena que cogían de un arroyo y agua empezaron a apagar el incendio y alcanzaron a sacar unos elementos para salvarlos”, señaló.

La ayuda de los vecinos también fue fundamental para evitar que el incendio se propagara a otras viviendas, mientras llegaban dos máquinas del Cuerpo de Bomberos.

Pese a ello las pérdidas son cuantiosas. José Carlos Herazo Cuesta lo perdió todo: Electrodomésticos, muebles, ropa, uniformes y libros de su pequeña hija, así como el techo de la vivienda, todo destruido.

“Yo hago un llamado para que la gente esté pendiente porque cree que nunca le van a pasar estas cosas, cuando se va la luz y viene con voltaje alto generando estas situaciones. No hay que confiarse con tantos apagones”, agregó.

Por recomendaciones del Cuerpo de Bomberos, José Carlos Herazo mantiene intactas las cosas a la espera de los técnicos de Electricaribe que evaluarán la situación. Pero más de 24 horas después de ocurrido el incendio, no habían hecho presencia.

Mientras, los vecinos le han colaborado con ropa porque la de ellos quedó quemada. Y han tenido que refugiarse en casas de sus familiares hasta que se les solucione la situación.